Alessandro Gómez-Cuenca y Eusebio Molina vencedores; mención especial a Julio Aparicio

En la jornada de ayer tuvo lugar, en la Finca Feligrés de Arganda del Rey, la 18ª edición del Trofeo de la Escuela de Tauromaquia Julián López “El Juli”.
Al evento, organizado por la Fundación Cultural El Legado, acudieron multitud de aficionados y familiares de los 25 alumnos que actualmente conforman la Escuela El Juli.
El maestro Julián, presente en el festejo, acompañó y aconsejó a los jóvenes valores, que lidiaron cuatro novillos y una becerra de la ganadería madrileña de Ignacio López, de excelente juego.
Sergio Rollón, cercano ya a su debut con caballos, lidió el primer novillo junto a Curro Muñoz.
En el segundo acto llegó el turno del salmantino Salvador Herrero y de Julio Aparicio, sobrino del matador de mismo nombre, y que expresó su concepto artista y de gran gusto.
Los novilleros tercero y cuarto, de menor volumen, correspondieron a alumnos más noveles, destacando la actuación arrebujada y entregada de Alessandro Gómez-Cuenca.
Para cerrar el festejo se soltó una becerra para los niños de la Escuela, jovencísimos todos, y que hicieron las delicias de los presentes. Especialmente Eusebio Molina, de cortísima estatura, pero con un concepto que impactó al público.
Para concluir la exitosa jornada se entregaron los diplomas conmemorativos y los premios a los triunfadores, de manos del maestro El Juli, de Ignacio López, director de la Fundación El Legado, y de los profesores Ángel Gómez Escorial y Victor Hugo Saugar.
Julio Aparicio se llevó un capote del maestro, y el XVIII Trofeo Escuela El Juli fue a parar, ex aequo, para Alessandro Gómez-Cuenca y Eusebio Molina.
También hubo una mención por parte del director a la labor en el festejo de los novilleros con picadores de la Fundación: Jesús García, Álvaro Chinchón y Adrián Centenera.

































