El Premio Taurino Fundación El Juli 2010 ya tiene destinatario.
Tras reunirse el jurado compuesto por D. José María Álvarez del Manzano, D. Miguel Cid, D. Eduardo Martín Peñato, y el gerente de la Fundación El Juli, D. Javier González Martínez, se ha decidido por unanimidad otorgar el III Trofeo Taurino Fundación El Juli a la afición francesa por los méritos que a continuación describe el propio jurado:
“Por el respeto a la Fiesta, por cuidar con severidad el desarrollo de los festejos taurinos, la independencia de criterios extra taurinos, por su apoyo a los profesionales del mundo taurino y por construir, en su conjunto, un ejemplo de desarrollo y la defensa de la Fiesta”.
El Premio será recogido, en representación de la afición francesa, por el embajador de Francia en España, D. Bruno Delaye, en una fecha que se anunciará próximamente.
“El gran ejemplo que representa en el mundo del toro, tanto por su gran capacidad organizativa como por su apoyo constante a la Fiesta al otro lado de los Pirineos, haciendo siempre valer sus derechos frente a los protagonistas y frente a los gobernantes, en un país donde el toreo goza de una menor tradición histórica que en España o América”.
“El perfecto funcionamiento de las ferias francesas, supervisadas siempre por activas y conocedoras comisiones de aficionados, es hoy por hoy un modelo a seguir, pues se guía sólo por los criterios de los espectadores, sin necesidad de controles burocráticos y policiales, y siempre, por encima de los intereses económicos, con la filosofía de una compensación justa a los triunfadores o un castigo, no menos razonado, a quienes les defraudan en uno u otro sentido”.
“No menos importante es la consideración de que se trata de una afición con grandes inquietudes, ávida de conocimientos y culta en el más amplio sentido de la palabra, que gusta de estar al día de cuanto sucede en el espectáculo pero también de conocer su historia, tanto la del toreo como de la ganadería brava, a través de la lectura, de la tertulia y de los viajes por toda la geografía taurina mundial.”
“Todas estas virtudes, esta forma de entender y respetar la corrida como un rito de profunda trascendencia, convierten a la afición francesa y a sus activas organizaciones en un rocoso parapeto para la defensa de la Fiesta en el frente del norte y en todo un espejo en el que han de mirarse todos aquellos que quieran trabajar realmente para el futuro de este espectáculo”.
